Crisis en Barcelona, Bandas criminales de inmigrantes sudamericanos azotan la ciudad
|Las bandas criminales han sido una creciente preocupación para las autoridades de la ciudad catalana en los último años.
La Guardia Civil ha arrestado a 32 miembros de una famosa pandilla callejera de Barcelona como parte de la ‘Operación Kamaleones‘.
Esto al mismo tiempo en que las autoridades buscan tomar medidas enérgicas contra las extensas redes criminales de la región.
Unas 13 propiedades fueron allanadas en abril pasado como parte de una operación policial coordinada contra los ‘Latin Kings‘.
Una violenta pandilla callejera internacional formada originalmente por puertorriqueños en Chicago en la década de 1950 a la que llegan muchos suramericanos a sus filas.
Más de 30 presuntos miembros de la banda fueron detenidos bajo sospecha de delitos como tráfico de drogas, asesinato, robo y pertenencia a organización criminal.
Las redadas fueron el resultado de la ‘Operación Kamaleones‘, un esfuerzo conjunto entre la Guardia Civil y otras fuerzas locales.
Quiénes son los ‘Reyes Latinos’
Formados en Chicago en la década de 1950, los Latin Kings llegaron a las costas españolas desde el año 2000.
Esto después de que muchos miembros, principalmente de ascendencia latinoamericana, fueran deportados desde Estados Unidos.
Una ola de inmigración procedente de América Latina incluyó a figuras clave como el primer líder de la pandilla, Erik Velastegui, conocido como el ‘Rey Wolverine’.
Con sede originalmente en Madrid, capital de España, el grupo cuenta con una sofisticada red de operaciones que incluye sucursales en Barcelona, Valencia y Murcia.
En 2003, Velastegui, de ascendencia ecuatoriana, fue arrestado por violación y recibió una sentencia de prisión de 40 años.
Esta fue ampliada por cuatro años más después de que los fiscales descubrieron que continuaba dirigiendo las actividades de la pandilla desde su celda.
Sobre la banda latina
Los Latin Kings desde 2006 han seguido creciendo a medida que más suramericanos llegan a Barcelona.
En 2015, los Mossos d’Esquadra de Cataluña arrestaron a 23 miembros sospechosos de pertenecer al crimen organizado, tráfico de drogas, agresión y extorsión.
Ese mismo año, cinco miembros clave con base en Madrid fueron deportados.
Un año más tarde se supo que un joven catalán, Oscar Peralt, también conocido como Baby White, había sido coronado como líder supremo de los Latin Kings.
Sin embargo, Peralt fue arrestado más tarde y desde entonces ha dedicado su tiempo a advertir a otros sobre los riesgos de ser atraídos a la cultura de las pandillas.
Mientras se encontraba en libertad condicional, el exlíder ha dado discursos y presentaciones a jóvenes de toda España, instándolos a alejarse de una vida delictiva.
Desde cuándo inició la pesadilla
El 28 de octubre de 2003, Barcelona se convirtió en el telón de fondo por culpa de las pandillas.
Lo anterior, cuando este 2024 fuera asesinado a tiros Ronny Tapias, por una pandilla de Barcelona que lo identificó erróneamente como miembro de un clan rival.
El asesinato de Tapias, originario de Colombia, provocó una protesta pública. Crecieron las preocupaciones sobre las amenazas planteadas por las pandillas de la ciudad.
Y esto repercutió en el impacto de la inmigración desde América Latina, de donde se originaron ambos clanes involucrados en la disputa de Barcelona.
«Se creó un verdadero pánico moral alimentado por una amplia cobertura mediática», afirmó Carles Feixa, profesor de antropología social en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona quien lideró el proyecto denominado TRANSGANG.
Esta iniciativa examinó la evolución de las pandillas transnacionales y comparó los enfoques de Barcelona, Rabat y Medellín con respuestas más punitivas a las pandillas en otras partes de Europa, África y América.
El proyecto descubrió que las políticas excluyentes y de mano dura creaban percepciones públicas negativas de las pandillas y podían agravar los problemas socioeconómicos.
«Cuando la única manera de acercarse a las pandillas es a través de la policía o la prisión, esto no sólo suprime a las pandillas, sino que las transforma en organizaciones criminales», explicó Feixa.