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Pero qué es el machismo

El machismo abarca aspectos positivos y negativos de la masculinidad, incluida la valentía, el honor, el dominio, la agresión, el sexismo, la destreza sexual y las emociones reservadas.

Se cree que estos roles de género estrictos, como el marianismo(lo opuesto al machismo y dirige cómo deben comportarse las mujeres) son un resultado de la influencia cristiana durante la colonización de América Latina. 

La cultura machista es multidimensional. En su forma más grave y más colectiva, el machismo refuerza la masculinidad tóxica.

Cuando se adhiere al machismo, la dignidad de los hombres se atribuye a una narrativa tradicional de un tipo de hipermasculinidad que es autoritaria y emocionalmente restrictiva.

A los hombres se les enseña que deben ejercer su poder a través del dominio porque son hombres.  

Pueden trabajar duro y proveer dinero para su familia y, como resultado de cumplir con su rol de sustentador de la familia, pueden tratar a sus esposas como quieran.

El machismo fomenta la idea de que los hombres son superiores a las mujeres. 

De esta manera, los hombres no necesitan sentir ni aprender a controlar o expresar sus emociones.

Aceptar el valor tóxico de la misoginia dentro del machismo es responder al mundo (y, sobre todo, a las mujeres) como un “machista”, un machista. En otras palabras, alguien que cree que es mejor que las mujeres sólo porque es hombre.

El feminismo

Feminismo, la creencia en la igualdad social, económica y política de los sexos.

Aunque se originó principalmente en Occidente, el feminismo se manifiesta en todo el mundo y está representado por varias instituciones comprometidas con la actividad en nombre deDerechos e intereses de las mujeres.

A lo largo de la mayor parte de la historia occidental, Las mujeres estaban confinadas al ámbito doméstico, mientras que la vida pública estaba reservada a los hombres.

En la Europa medieval, a las mujeres se les negaba el derecho a poseer propiedades, a estudiar o a participar en la vida pública.

A finales del siglo XIX en Francia, todavía se les obligaba a cubrirse la cabeza en público y, en algunas partes de Alemania, un marido todavía tenía derecho a vender a su esposa.

Incluso a principios del siglo XX, las mujeres no podían votar ni ocupar cargos electivos en Europa y en la mayor parte de los Estados Unidos.

Las mujeres casadas no podían ejercer control sobre sus propios hijos sin el permiso de sus maridos.

Además, las mujeres tenían poco o ningún acceso a la educación y se les prohibía ejercer la mayoría de las profesiones.

Historia del feminismo

Hay escasa evidencia de protestas organizadas tempranas contra un estatus tan limitado.

En el siglo III a. C., las mujeres romanas llenaron la Colina Capitolina y bloquearon todas las entradas al Foro cuando el cónsul Marco Porcio Catón se opuso a los intentos de derogar las leyes que limitaban el uso de bienes caros por parte de las mujeres.

“Si triunfan ahora, ¿qué no intentarán?”, exclamó Catón. “En cuanto empiecen a ser vuestros iguales, se habrán convertido en vuestros superiores”.

Sin embargo, esa rebelión resultó excepcional.  

Durante la mayor parte de la historia registrada, sólo voces aisladas se manifestaron contra la condición inferior de las mujeres, presagiando los argumentos que vendrían después.

En Francia, a finales del siglo XIV y principios del XV, la primera filósofa feminista, Christine de Pisan desafió las actitudes predominantes hacia las mujeres con un audaz llamado a la educación femenina.