Alerta de megaterremoto en Japón y cómo afectaría a Latinoamérica

Desde América Latina, están muy atentos frente a lo que pueda suceder con este tipo de fenómeno natural debido a las repercusiones.

 

No es la primera vez

La alerta fue el segundo tipo más alto de alerta bajo el protocolo de información adicional sobre terremotos de la fosa de Nankai, que se introdujo en 2017.

El protocolo se activa cuando un temblor de magnitud 6,8 o superior se produce a lo largo o cerca de la fosa de Nankai. El tipo más alto de alerta se activa por un terremoto de magnitud 8,0 o superior.

La depresión marca el lugar donde la placa filipina se desliza bajo la placa euroasiática.  

En la interfaz de estas dos placas hay una enorme zona de falla llamada megafalla de Nankai, que alberga terremotos de magnitud 8 o superior cada 100 a 150 años.

El terremoto más reciente de este tipo ocurrió en 1946 y tuvo una magnitud de alrededor de 8,1. 

El viernes, un temblor de magnitud 5,3 se produjo a unos 10 kilómetros bajo la prefectura de Kanagawa, cerca de Tokio, fuera del área de alerta de megasismo de la depresión de Nankai.

Terremotos consecutivos

No es inusual que un terremoto desencadene un terremoto más grande poco después.

Las observaciones muestran que, en promedio, hay un 5 por ciento de probabilidades de que un terremoto sea seguido por otro más grande en las cercanías en el plazo de una semana, según el Servicio Geológico de los Estados Unidos.

No obstante, es imposible predecir con precisión los terremotos o saber si un temblor será seguido en breve por otro.

Los investigadores informaron que si ocurriera un megaterremoto en Nankai, la probabilidad de que ocurriera otro cerca dentro de una semana aumentaría a entre 2,1 y 77 por ciento, o sería entre 100 y 3.600 veces más probable.

En un intento de prepararse para los temblores, Japón puso en marcha en 2007 el primer sistema de alerta temprana de terremotos disponible al público y de alcance nacional.

El sistema detecta las primeras ondas que llegan generadas por terremotos bajo tierra y tiene como objetivo emitir advertencias antes de que lleguen ondas más lentas y dañinas que llegan más tarde.

Cuando se produjo el temblor de magnitud 9,1 de Tohoku en 2011, el sistema proporcionó a los residentes de Tokio un minuto de advertencia antes de que comenzara el fuerte temblor de tierra.

Cómo afecta a Latinoamérica

En paralelo a lo mencionado por las autoridades niponas, desde América Latina, el Instituto Geofísico del Perú (IGP) ha señalado que las condiciones para que se produzcan un sismo de 8.8 grados frente a la costa central peruana son bastante altas.

“Puede ser de acá a un año, 50 años, 100 años, pero el sismo va a ocurrir. Realmente comencemos a prepararnos”, explicó el presidente ejecutivo del Instituto, Hernando Tavera.

Adicionalmente, las autoridades chilenas señalaron recientemente que, ante la ocurrencia de un megaterremoto en territorio japonés, el tsunami que se generaría tardaría más de 20 horas en llegar a territorio sudamericano.

En ese sentido, Manuel Monsalve, subsecretario del Interior de Chile, abordó recientemente los posibles impactos de un “megaterremoto” que podría ocurrir en Japón.

Según cuenta Publimetro, la autoridad destacó que si el primer ministro de Japón consideró significativo regresar a su país y cancelar un viaje importante debido a esta alerta, “es una información que hay que considerar relevante”.

 

 

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