Una anciana que nunca tuvo hijos se hace una prueba de ADN que revela que tiene una hija – Historia del día
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Dorothy se hizo un análisis genético de ADN en broma, buscando parientes lejanos, sólo para que le dijeran que tenía una hija, aunque nunca había estado embarazada.
Dorothy Weaver nunca se había considerado una mujer solitaria hasta que perdió a su marido a los 57 años. Dorothy y su marido Thomas habían sido abogados de derechos humanos y su pasión por la causa les había absorbido por completo.
Se conocieron en la universidad, en una protesta estudiantil, y se habían enamorado a primera vista. Durante los treinta y cinco años siguientes, habían pensado de vez en cuando en tener hijos, pero entonces aparecía otra causa y el proyecto del bebé quedaba aparcado un año más.
Dorothy estaba en el despacho, repasando una maniobra desesperada para salvar a un jovencito condenado a muerte, cuando sonó el teléfono. Lo cogió, irritada por la interrupción. «¡Más vale que esto sea bueno!», había espetado.
«¿Señora Weaver?», la voz tranquila de la línea le erizó el vello de la nuca. «Se trata de su marido, el Sr. Thomas Weaver…».
Dorothy dejó que el teléfono resbalara de sus dedos sin nervios, ahogando la voz compasiva y todas las explicaciones inútiles. Tom se había ido. Aquel corazón grande y valiente había fallado. «Estoy sola», susurró Dorothy, «estoy completamente sola».
Mientras que Tom había sido criado por unos padres cariñosos, Dorothy había pasado de una casa de acogida a otra hasta salir del sistema, pero su mente brillante y su tenacidad la habían llevado a la universidad y luego a la facultad de Derecho.